lunes, 10 de diciembre de 2007

ENSEÑAR SIN VIOLENCIA.

He decidido compartir este mensaje con ustedes, mis amigos, ya que es real, lo puse en practica de una manera parecida a la que se narra aquí, con mi hija, y el resultado es fantástico.

Puedo decirles que aprendí mucho en poco tiempo, leyéndolo simplemente, hace poco tiempo que la violencia era mi mayor enemigo y mi mas grande error, solía estallar, explotar y no pensaba mucho en las consecuencia, el cavernicola surgía desde dentro de mi, con poco esfuerzo, sin motivo, sin excusa, hasta puedo decirles que hubo momentos en mi vida que llegue a sentirme mediocre, puesto que buscaba justificación a mis exabruptos, a mis actuaciones matizadas por la cólera y la brutalidad, esto que público puedo decir, que lo catalogo como la puerta que cerro por completo esa etapa de mi vida, al ponerla en practica con mi hija, fue como si estuviera viviendo el momento que se narra en este hermoso mensaje.

El Dr. Arun Gandhi, nieto de Mahatma Gandhi y fundador del instituto M. K. Gandhi para la Vida Sin Violencia, en su lectura del 9 de Junio en la Universidad de Puerto Rico, compartió la siguiente historia como un ejemplo de la vida sin violencia en el parte de sus padres:

"Yo tenía 16 años y estaba viviendo con mis padres en el instituto que mi abuelo había fundado en las afueras, a 18 millas de la ciudad de Durban, en Sudáfrica, en medio de plantaciones de azúcar.

Estábamos bien al interior del país y no teníamos vecinos, así que a mis dos hermanas y a mí, siempre nos entusiasmaba el poder ir a la ciudad a visitar amigos o ir al cine.

Un día mi padre me pidió que le llevara a la ciudad para asistir una conferencia que duraba el día entero y yo aproveché esa oportunidad.

Como iba a la ciudad mi madre me dio una lista de cosas del supermercado que necesitaba y como iba a pasar todo el día en la ciudad, mi padre me pidió que me hiciera cargo de algunas cosas pendientes, como llevar el auto al taller. Cuando me despedí de mi padre él me dijo: Nos vemos aquí a las 5 p.m. y volvemos a la casa juntos.

Después de completar muy rápidamente todos los encargos, me fui hasta el cine más cercano. Me concentré tanto en la película, una película doble de John Wayne, que me olvidé del tiempo.

Eran las 5:30 p. m. cuando me acordé. Corrí al taller, conseguí el auto y me apuré hasta donde mi padre me estaba esperando. Eran casi las 6 p. m. Él me preguntó con ansiedad: - ¿Por qué llegas tarde?.

Me sentía mal por eso y no le podía decir que estaba viendo una película de John Wayne; entonces le dije que el auto no estaba listo y tuve que esperar... esto lo dije sin saber que mi padre ya había llamado al taller.

Cuando se dio cuenta que había mentido, me dijo: - Algo no anda bien en la manera como te he criado puesto que no te he dado la confianza de decirme la verdad. Voy a reflexionar que es lo que hice mal contigo. Voy a caminar las 18 millas a la casa y a pensar sobre esto.

Así que vestido con su traje y sus zapatos elegantes, empezó a caminar hasta la casa por caminos que no estaban ni pavimentados ni alumbrados. No lo podía dejar solo... así que yo manejé 5 horas y media detrás de él... viendo a mi padre sufrir la agonía de una mentira estúpida que yo había dicho.

Decidí desde ahí que nunca más iba a mentir. Muchas veces me acuerdo de este episodio y pienso... Si me hubiese castigado de la manera como nosotros castigamos a nuestros hijos ¿hubiese aprendido la lección?.

¡No lo creo!. Hubiese sufrido el castigo y hubiese seguido haciendo lo mismo. Pero esta acción de no violencia fue tan fuerte que la tengo impresa en la memoria como si fuera ayer.

¡Éste es el poder de la vida sin violencia!.

7 comentarios:

Miss Undestood dijo...

hermoso post se aprende mucho del linaje gandhi,excelente...

Carolin Guzmán dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

¡Excelente reflexion!
Siempre dejas una buena enseñanza.
Un abrazo.

Carolin Guzmán dijo...

Waooo sabes esta historia me ha dejado impactada, fíjate que bonito es cuando nos vestimos de paciencia y reflexionamos sobre lo bien o mal que actuamos. Tremenda enseñanza.
Me encantó

Tina Marie dijo...

La no-violencia, es la fuerza más poderosa.
Saluditos.

Wendy_NYC dijo...

Muy buen mensaje, me gusta el tema de la no violencia para los pueblos que en nombre de "Dios" se vivne matando...

LicCARPILAGO dijo...

la tradición masónica corría en las venas de ese linaje...

aún corre:.