Si no sabía que el número 8 dentro de un mensaje de texto podría significar sexo oral, no está solo. Olga Montenegro, madre de una adolescente de 14 años, admitió que ignora todo sobre las claves o códigos que los jóvenes usan al "sextear".
Los adolescentes intercambian mensajes de texto con contenido sexual, más comúnmente conocido como "sexting", usando palabras en códigos a fin de pasar desapercibidos entre los adultos.
En ellos, el 143 significa "te quiero" (I Love you), mientras que el cu46 es "te veo para sexo" (see you for sex)."Dudo que mi hija pueda enviar este tipo de mensajes porque son inapropiados", manifestó Montenegro.
Y aunque no existe un código "oficial" y el lenguaje, expresiones y símbolos van cambiando de acuerdo a la edad y hasta el origen étnico de los jóvenes, existen ciertas frases básicas, "codificadas" en el mundo cibernético y de celulares, para entablar una charla con contenido sexual, tratando de evadir y ser detectadas por adultos.
Albert Soarez, maestro de secundaria, indicó que el envío de textos con clave —que tiene de fondo un significativo contenido sexual— es mucho más común, ya que existen "frases establecidas" para comunicarse entre sí.
"Si los chicos son bilingües generalmente sus claves las combinan en los dos idiomas", explicó Soarez. Aclarando que "la terminología para cierto tipo de requerimiento de tipo sexual está compuesta en el idioma inglés".
Para Soarez, muchos padres están en negación y piensan que este tipo de conversaciones virtuales las tienen los otros chicos, no sus hijos.
"Si usted tiene adolescentes, hay altas posibilidades de que sus hijos pudieran estar teniendo este tipo de conversaciones frente a usted".
Según Mauricio Cuervo-Bautista, trabajador social clínico, a los hijos se les debe hablar constante y abiertamente sobre educación sexual.
"Es necesario ser explícitos con ellos en aquello que nosotros esperamos como padres que aprendan y practiquen en sus vidas, en relación con su sexualidad", indicó Cuervo-Bautista.
De acuerdo a Joseph Del Russo, fiscal asistente del condado Passaic, uno de los problemas de los textos con contenido sexual, es que los mismos generalmente van seguidos en algún momento por fotos de desnudos.
Lo más indicado, según Russo es que "los padres se sienten con los jóvenes y chequeen de vez en cuando sus teléfonos o computadoras".
Así como también recomendó a los padres para que se interesen en conocer lo que sucede en la tecnología. "Entre más sepan, menos podrán mantenerse ignorantes de lo que les sucede a sus hijos", añadió.
Consejos
• Evalúe cuidadosamente si sus hijos necesitan el servicio de mensajes de texto en sus teléfonos celulares. El hecho de que sus compañeros de clase lo tenga no significa que su hijo lo necesite.
• Establezca reglas sobre cuándo y cómo enviar mensajes. Prohíbalos durante las comidas, las clases, y en paseos familiares. Y exija que el teléfono se apague por las noches.
• Hábleles claramente sobre las consecuencias de enviar mensajes inapropiados o con contenido sexual y prohíbalo estrictamente.
• Se puede encontrar más información en español y buscar listas de expertos enhttp://www.commonsensemedia.org/ y en http://www.teenangels.org/
• Establezca reglas sobre cuándo y cómo enviar mensajes. Prohíbalos durante las comidas, las clases, y en paseos familiares. Y exija que el teléfono se apague por las noches.
• Hábleles claramente sobre las consecuencias de enviar mensajes inapropiados o con contenido sexual y prohíbalo estrictamente.
• Se puede encontrar más información en español y buscar listas de expertos enhttp://www.commonsensemedia.org/ y en http://www.teenangels.org/
Conducta riesgosa
El "sexting" es parte de un conjunto de conductas sexuales riesgosas entre los adolescentes, concluyó un estudio de la Academia Estadounidense de Pediatría(AAP) divulgado en septiembre del 2012.
Los adolescentes que dijeron haber participado eran más propensos a reportar ser sexualmente activo, y tenían más probabilidades de tener relaciones sexuales sin protección durante su más reciente encuentro sexual, en comparación con aquellos que no lo habían hecho.
Los adolescentes que dijeron haber participado eran más propensos a reportar ser sexualmente activo, y tenían más probabilidades de tener relaciones sexuales sin protección durante su más reciente encuentro sexual, en comparación con aquellos que no lo habían hecho.
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