Miremos las excusas de la mujer que es amante para justificar sus acciones y más aún, para justificar a su amante:
- Él encontró en mí lo que no tiene en su casa.
- Me trata como ninguno me ha tratado.
- Ellos ya no duermen juntos, sólo está con ella por sus hijos.
- Yo he tratado de dejarlo, pero él me dice que me ama.
- Por ahora soy feliz con él, no hago daño a nadie.
- Él es maravilloso conmigo, siempre está pendiente de mí.
- No quiero ser esposa, ya lo fui una vez y sufrí mucho.
- No se necesita de un papel firmado para amar y ser amada.
- No soy culpable de sus problemas, ese hogar ya estaba destruido antes que yo llegara.
- El amor y la felicidad no la da el estado civil.
Y mientras se usan estas excusas él sigue disfrutando de la comodidad de un hogar a la vez que de las delicias prohibidas de una mujer amante, una mujer a la que roba su tiempo y juventud, incluso quitándole la oportunidad de conocer y compartir con personas como ella, libres y sin compromisos, y que sí podrían estar dispuestos a darles una vida digna y sin tener que esconderse.
La amante disculpa al hombre que ama, encuentra toda clase de excusas para seguir en una relación de la que realmente sabe que un día llegará a su fin, porque sabe que nada es para siempre. Aún así cree en todas esas falsedades, engañándose a sí misma, en su mente las hace verdades, se siente la “salvadora” de ese “pobrecito hombre”que le dice lo mucho que sufre y lo poco que se comprende con su mujer que es “muy mala, no lo entiende” y de lo solo que se siente, pero no le explica cómo estando tan solo tiene con “esa mala mujer” un hijo recién nacido, o a punto de nacer.
¿No será entonces tiempo de pensar, que decir “te amo”, no es suficiente?
El amor se demuestra con el comportamiento y hasta con renunciar, ¿no debían ellos renunciar a esa mujer que no es su esposa? Muchas veces se piensa equivocadamente que no pueden dejarlo por miedo a la soledad, ¿acaso no lo están cuando el hombre se va a su hogar? Más aún, no se piensa en lo solas que se quedarán cuando él se aburra y se busque otra que le crea sus mentiras, porque algo hay de cierto en todo esto, el hombre o la mujer que engañan una vez, engañan otra y otra y muchas veces más, mientras haya mujeres que sólo piensan en el momento, que no piensen en la esposa y los hijos que están en alguna parte, esperando por el padre, por el esposo infiel, traicionero que no le importa cuántas mujeres lloren y sufran por su lujuria e instintos que necesita saciar.
Por amor somos capaces de todo…
¿Pero seria malo ser siempre la primera?
No hay comentarios:
Publicar un comentario