sábado, 11 de agosto de 2007

CELOS ES SINONIMO DE AMOR

Los celos, en contra de lo que podría parecer y de lo que mencionan algunas canciones, libros o películas, no siempre son efecto de un gran amor, ni muestran cuánto se quiere, se necesita o se desea a la otra persona. Y normalmente, quienes padecen los ataques de celos son personas muy centradas en sí mismas, que sólo se curarán saliendo de su auto encierro.

En muchas situaciones de celos hay, más que amor o miedo a la soledad, entre esas otras causas están:

· sentimientos de posesión del otro.
· necesidad de controlarle.
· inseguridad en uno mismo.
· envidia hacia la vida emocional del otro.

Por ejemplo, y citando conclusiones científicas, podemos ver los siguientes casos, primero: un tipo muy especial de celos son los infantiles ("complejo de Caín"), que se manifiestan tras el nacimiento de un nuevo hermano. El niño, antes centro de todas las atenciones, se ve obligado a aceptar que debe compartir con el nuevo miembro de la familia el amor y cuidados de sus padres, muy especialmente de la madre, lo que hace que vea en el recién llegado un usurpador y la antipatía hacia "el intruso", lo que puede conducirle a volcar su agresividad en su pequeño hermano, segundo: otro caso de celos en niños se da cuando la niña presenta mas cariño hacia su padre o cuando el niño lo muestra hacia la madre y cuando ven a otra persona muy cerca de estos pues intentan alejarlas e inclusive muestran en algunas ocasiones el deseo de que ni si quiera le hablen a sus progenitores, esto es así, porque desde esta etapa de la vida, los seres humanos desarrollamos amor y atracción hacia el sexo opuesto y los que tenemos mas cercanos son precisamente nuestros padres, pero el deseo que realmente presentamos, es el de celos con la intención de dominar esas personas, y claro esta, que no queremos a nadie mas, tenga sus atenciones como la tenemos nosotros.

Según los psicólogos, no es extraño que incluso el origen de ciertos estados neuróticos que sufren los adultos provenga de secuelas de celos infantiles padecidos hace décadas. Pero los celos no son exclusivos del espacio familiar o sentimental: otro ámbito donde germinan es el mundo laboral.

Los celos afectan con frecuencia a profesionales desconfiados y muy competitivos, incapaces de trabajar en equipo y que invierten gran parte de su tiempo y energía en los pequeños detalles, no compartiendo información y controlando cuanto ocurre a su alrededor, a fin de que nadie presente un trabajo que pueda afectar el suyo. La vida y valía personal de estos celosos laborales giran en torno a su estatus profesional y mantienen una baja autoestima (disfrazada frecuentemente de auto suficiencia). Y, por supuesto, con esa actitud, evidencian su inseguridad y un déficit de inteligencia emocional, al no responder positiva y equilibradamente a los estímulos del exterior, en este caso, a la competencia de sus compañeros de trabajo.

También pueden surgir los celos en la relación con los amigos ("ese es el más guapo, aquella es la más lista, ese el que tiene la casa más bonita, este es el que está casado con la que más dinero gana"), pero normalmente no generan tantos problemas ni llegan a ser tan dramáticos.

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