Hoy he decidido hablar de algo que me ha sucedido, algo que me hizo sentir por un momento que estaba en otro lugar, que no existían problemas, que no tenia porque preocuparme, que estaba viviendo en cierta manera un De javú, un momento de tanta felicidad que me hizo sentir que podía contra todas las adversidades, contra todo los obstáculos que veo en mi futuro inmediato, sentí que todo lo malo que me ha ocurrido fueron cosas insignificantes, y hasta me dije.
“Que cosa tan curiosa, tanto que he pensado en como resolver esto y mira, tanto que me estaba preocupando por esa tontería.”
Todo me pareció tan simple y sin complicaciones, todo me era claro, todo lo veía débil ante mí, me sentí el hombre más fuerte, poderoso, capaz e inclusive el hombre ideal.
Me di cuenta que todo ese poder que sentí, todo ese poder que disponía era por una simple razón, estaba cerca de alguien muy especial, estaba compartiendo, conversando y viendo a una persona que ha sido el motor de lo que hoy soy, fue la chispa que me hizo salir del lodo, y estar por encima, capaz de hacerme sentir en la copas de los árboles, en las alturas en el aire, en la cima, en el cielo.
Poder disfrutar de la compañía de ese alguien que tiene el poder, tal como dice Ricardo Montaner, el poder de tu amor, es imposible de describir, disfrutar de su olor, de su silueta, de sus palabras, de su aura, del perfume de su aliento; eso no tiene definición, no existe diccionario, no existe portal en el Internet capaz de reunir las palabras exactas con la cual se puede expresar ese momento lleno de sentimientos.
Pero de igual manera que logre sentir tanto, así mismo logre herir a esa persona, la angustia es tan grande que no puedo dormir, lo que provoco que me desvelara escribiendo estas palabras que, tal vez, para alguien que las lea no le encuentre el mas mínimo sentido, le será ilógico y hasta pudiera serle infantil, pero es así como me siento hoy, esta noche, en este momento; odio la fracción de momento que falle, odio el pensamiento por el cual actué, odio que no este conmigo, odio que no me quiera ver, odio el odio que siento porque traiciono mi sensatez mi cordura y respeto mi amor y cariño hacia ella.
Lamento que te hayas sentido mal al final, cuando al principio te veías tan bien.
Hago esto, porque no puedo conversar con nadie, porque no tengo además con quien conversar, hasta el sueño me ha abandonado y conmigo no quiere estar.
“Que cosa tan curiosa, tanto que he pensado en como resolver esto y mira, tanto que me estaba preocupando por esa tontería.”
Todo me pareció tan simple y sin complicaciones, todo me era claro, todo lo veía débil ante mí, me sentí el hombre más fuerte, poderoso, capaz e inclusive el hombre ideal.
Me di cuenta que todo ese poder que sentí, todo ese poder que disponía era por una simple razón, estaba cerca de alguien muy especial, estaba compartiendo, conversando y viendo a una persona que ha sido el motor de lo que hoy soy, fue la chispa que me hizo salir del lodo, y estar por encima, capaz de hacerme sentir en la copas de los árboles, en las alturas en el aire, en la cima, en el cielo.
Poder disfrutar de la compañía de ese alguien que tiene el poder, tal como dice Ricardo Montaner, el poder de tu amor, es imposible de describir, disfrutar de su olor, de su silueta, de sus palabras, de su aura, del perfume de su aliento; eso no tiene definición, no existe diccionario, no existe portal en el Internet capaz de reunir las palabras exactas con la cual se puede expresar ese momento lleno de sentimientos.
Pero de igual manera que logre sentir tanto, así mismo logre herir a esa persona, la angustia es tan grande que no puedo dormir, lo que provoco que me desvelara escribiendo estas palabras que, tal vez, para alguien que las lea no le encuentre el mas mínimo sentido, le será ilógico y hasta pudiera serle infantil, pero es así como me siento hoy, esta noche, en este momento; odio la fracción de momento que falle, odio el pensamiento por el cual actué, odio que no este conmigo, odio que no me quiera ver, odio el odio que siento porque traiciono mi sensatez mi cordura y respeto mi amor y cariño hacia ella.
Lamento que te hayas sentido mal al final, cuando al principio te veías tan bien.
Hago esto, porque no puedo conversar con nadie, porque no tengo además con quien conversar, hasta el sueño me ha abandonado y conmigo no quiere estar.